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Casi una cuarta parte de los adultos que fueron dados de baja de Medicaid el año pasado dicen que ahora no tienen seguro, según una encuesta que detalla cómo decenas de millones de estadounidenses lucharon por conservar la cobertura del gobierno para personas de bajos ingresos.
Las protecciones que tuvo el programa durante la pandemia, que impedían que se expulsaran beneficiarios, expiraron la primavera pasada.
La primera encuesta nacional sobre estas desafiliaciones de Medicaid halló que casi la mitad de las personas que perdieron la cobertura volvieron a inscribirse semanas o meses después, lo que sugiere que, en primer lugar, nunca debieron ser expulsadas.
Mientras que el 23% informó no tener seguro, un 28% adicional encontró otra cobertura: a través de un empleador, Medicare, el mercado de seguros de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) o en programas para miembros de las Fuerzas Armadas, informó la encuesta de KFF.
“El 23% es una cifra sorprendente, especialmente si se piensa en la cantidad de personas que perdieron la cobertura de Medicaid”, dijo Chima Ndumele, profesora asociada de políticas de salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale.
Quedarse sin seguro, incluso por un período corto de tiempo, puede llevar a las personas a retrasar la búsqueda de atención médica, y exponerlas a riesgos financieros.
Siete de cada 10 adultos desafiliados dijeron que se quedaron sin seguro al menos temporalmente cuando perdieron su cobertura de Medicaid.
Adrienne Hamar, de 49 años, de Plymouth Meeting, Pennsylvania, dijo que tuvo dificultades para inscribirse en un plan de ACA este invierno después que el estado le informara que ella y sus dos hijos ya no calificaban para Medicaid. Estaban inscritos desde 2020. Dijo que las líneas telefónicas estaban siempre ocupadas en el mercado estatal y que no podía completar el proceso en línea.
Hamar, que trabaja como asistente de salud a domicilio, y sus hijos, estuvieron sin seguro durante marzo. Pero desde el 1 de abril, están inscritos en un plan del mercado que, con la ayuda de subsidios gubernamentales, cuesta $50 al mes para la familia.
“Me sentí muy aliviada”, dijo. Hamar dijo que, por esta situación, su hija de 23 años demoró en hacerse un chequeo dental.
Las luchas de Hamar eran comunes, según la encuesta.
De los adultos inscritos en Medicaid antes de la cancelación, alrededor del 35% que intentó renovar su cobertura describió el proceso como difícil, y cerca del 48% dijo que era al menos algo estresante.
Alrededor del 56% de las personas dadas de baja dicen que omitieron o retrasaron atención médica o buscar una receta mientras intentaban renovar su cobertura de Medicaid.
“Es probable que el estatus actual del seguro de las personas esté cambiando, y esperaríamos que al menos algunas de las que dicen que actualmente no tienen seguro se vuelvan a inscribir en Medicaid (muchos dijeron que todavía lo están intentando) o se inscriban en otra cobertura en poco tiempo”, dijo Jennifer Tolbert, coautora del informe de KFF y directora del Programa Estatal de Datos y Reforma de Salud de la fundación.
La encuesta no incluyó a niños, y los investigadores de KFF dijeron que, por lo tanto, sus hallazgos no podían extrapolarse para determinar cómo la reducción de Medicaid ha afectado la tasa general de personas sin seguro en el país, que alcanzó un mínimo histórico del 7,7% a principios de 2023. Casi la mitad de los afiliados a Medicaid y al Programa de Seguro Médico Infantil (CHIP) son niños.
El proceso de desafiliación, durante el cual los estados están reevaluando la elegibilidad para Medicaid entre millones de estadounidenses que se inscribieron antes o durante la pandemia —y eliminando a aquellos que ya no califican o no completaron el proceso de renovación— no se completará hasta finales de este año.
La inscripción en Medicaid y CHIP creció a un récord de casi 94,5 millones en abril del año pasado, tres años después que el gobierno federal prohibiera a los estados eliminar a las personas de sus listas durante la emergencia de salud pública de covid-19.
A nivel nacional, los estados cancelaron la inscripción e Medicaid de alrededor de 20 millones de personas el año pasado, la mayoría por razones de procedimiento, como no presentar la documentación requerida. Se espera que ese número aumente, ya que los estados tienen algunos meses más para redeterminar la elegibilidad de los inscritos.
Entre los adultos que tenían Medicaid antes del inicio de las desafiliaciones, el 83% retuvo su cobertura o se volvió a inscribir, mientras que el 8% encontró otro seguro y el 8% no tenía seguro.
La proporción que quedó sin seguro fue mayor en los estados que no han ampliado Medicaid bajo ACA (17%) comparado con los estados que sí lo han hecho (6%). Cuarenta estados han ampliado Medicaid para cubrir a todas las personas con ingresos inferiores al 138% de la tasa federal de pobreza, o $31,200 para una familia de cuatro en 2024.
La encuesta de KFF encontró que casi uno de cada 3 adultos a los que se les canceló el seguro descubrió que ya no tenían Medicaid recién cuando buscaron atención médica, como ir a un médico o a una farmacia.
Indira Navas, de Miami, descubrió que a su hijo Andrés, de 6 años, se le había dado de baja del programa de Medicaid de Florida cuando lo llevó a una cita con el médico en marzo. Había programado esa cita con meses de anticipación y está frustrada porque el niño sigue sin seguro y se interrumpió su terapia para la ansiedad y la hiperactividad.
Navas dijo que el estado no pudo explicar por qué su hija Camila, de 12, seguía cubierta por Medicaid a pesar de que los dos niños viven en el mismo hogar que sus padres.
“No tiene sentido que cubran a uno de mis hijos y al otro no”, dijo.
Kate McEvoy, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Directores de Medicaid, dijo que el gran volumen, de millones de personas, a las que se está analizando para determinar su elegibilidad ha abrumado a algunos centros de llamadas estatales que intentan apoyar a los afiliados.
Dijo que los estados han probado muchas formas de comunicarse con los inscritos, incluso a través de campañas de divulgación pública, mensajes de texto, correo electrónico y aplicaciones. “Hasta el momento en que su cobertura está en juego, es difícil penetrar en las vidas ocupadas de las personas”, dijo.
La encuesta de KFF, de 1,227 adultos que tenían cobertura de Medicaid a principios de 2023 antes del inicio del proceso de desafiliación, el 1 de abril de 2023, se realizó entre el 15 de febrero y el 11 de marzo de 2024. El margen de error de muestreo fue de más o menos 4 puntos porcentuales.
El corresponsal de KFF Health News, Daniel Chang, colaboró con este artículo.
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