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Jason Farned y su equipo en el Distrito de Control de Mosquitos y Vectores del Valle de San Gabriel habían pasado años preparándose para la posible llegada del dengue, un virus peligroso que normalmente se encuentra en climas tropicales fuera de Estados Unidos continental.
Habían observado con nerviosismo cómo las especies de mosquitos Aedes invasores, que pueden transmitir el virus, aparecieron en Los Ángeles hace aproximadamente una década y comenzaron a propagarse, tal vez introducidos por el comercio internacional. Llegaron para quedarse, alentados por el calentamiento climático que facilita la supervivencia de estos insectos.
Entonces, en octubre de 2023, llegó un correo electrónico del Departamento de Salud Pública de Pasadena: una persona en la ciudad había contraído el primer caso conocido de dengue en California de un mosquito local.
“Cuando ocurre en tiempo real, en la vida real, sabes que es muy diferente”, dijo Farned. “Aquí no hay margen de error. Tenemos que ser rápidos y efectivos para identificar las áreas de mayor riesgo y responder”.
En toda California, las autoridades de salud pública y de control de plagas enfrentan una nueva realidad: los mosquitos Aedes traen la amenaza del dengue y potencialmente otras enfermedades tropicales, como el chikungunya, el Zika y la fiebre amarilla, que antes solo preocupaban a los viajeros internacionales.
En lo que va del año, las autoridades han identificado al menos 13 casos de dengue de transmisión local, frente a dos en 2023, con 11 en el condado de Los Ángeles y dos en el área de San Diego. Los mosquitos Aedes transmiten la enfermedad al picar a una persona infectada y luego picar a una persona que previamente no estaba infectada.
Las enfermedades virales transmitidas por mosquitos, principalmente la malaria, han sido una plaga en muchas regiones tropicales, y las medidas preventivas se centran principalmente en controlar a los mosquitos.
Los mosquitos Aedes, conocidos por sus picaduras agresivas durante el día, están ahora presentes en al menos 24 condados de California. Se reproducen en agua, en tan solo la tapa de botella.
“Cuando ocurren estos casos de transmisión local, … queremos actuar rápidamente para que no se convierta en una infección endémica en nuestra región”, dijo Aiman Halai, director de la Unidad de Enfermedades Transmitidas por Vectores del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.
Las autoridades de California esperan vencer al dengue expandiendo la vigilancia de los mosquitos, desarrollando planes de respuesta detallados para brotes de mosquitos e infecciones humanas y mejorando el intercambio de datos entre agencias.
También van de puerta en puerta en los vecindarios para eliminar fuentes de agua estancada y aplicar pesticidas. Se aconseja a los residentes que usen repelente de insectos y ropa de manga larga, y que controlen los mosquitos alrededor de sus hogares para evitar picaduras e infecciones.
Algunos distritos de control de vectores —agencias locales encargadas de manejar insectos y otros animales portadores de enfermedades— incluso están criando sus propios mosquitos estériles para liberarlos en la naturaleza y reducir las poblaciones locales de Aedes.
Fuera de California, se han reportado casos de dengue de transmisión local en Arizona, Florida, Hawaii y Texas. En marzo, Puerto Rico declaró una emergencia de salud pública tras un aumento de casos en la isla, en donde el dengue es endémico.
Mientras tanto, los casos de dengue a nivel mundial están en camino de más que duplicarse este año, con 12,3 millones documentados hasta agosto, frente a 6,5 millones en 2023, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mayoría de las personas que desarrollan dengue no presentan síntomas, pero alrededor de 1 de cada 4 enferma. Un caso leve puede sentirse como una gripe y generalmente desaparece en una semana, pero alrededor del 5% de los infectados se enferman gravemente, con síntomas que pueden incluir sangrado interno, shock y falla orgánica; los casos más graves pueden ser fatales. Las personas infectadas una segunda vez tienen un riesgo especialmente alto.
No existe un medicamento específico para tratar el dengue. La farmacéutica japonesa Takeda desarrolló una vacuna que ha sido aprobada en Europa y en otros lugares, aunque retiró una solicitud a la Administración de alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) el año pasado, diciendo que no podía proporcionar los datos solicitados por la agencia.
Una vacuna desarrollada en Brasil podría ser aprobada pronto para su uso en ese país. Sin embargo, la única vacuna aprobada por la FDA está autorizada solo para niños en circunstancias específicas y pronto dejará de producirse.
En el Distrito de Control de Mosquitos y Vectores del Valle de San Gabriel, una de las cinco agencias encargadas del control de mosquitos en el condado de Los Ángeles, los trabajadores de salud pública han elaborado un plan de respuesta para el Aedes y dengue basado en la guía actualizada del estado.
Cuando descubren un caso, identifican todas las propiedades y espacios públicos dentro de los 150 metros —aproximadamente la distancia que puede volar un mosquito Aedes— y luego van de puerta en puerta, eliminando agua estancada donde los mosquitos pueden reproducirse; aplicando pesticidas desde mochilas o camiones; y educando a los residentes sobre el riesgo de dengue y cómo protegerse.
Los funcionarios del distrito también colocan trampas para capturar mosquitos y evaluar su prevalencia y analizarlos en busca de dengue.
Desde que comenzaron a aparecer casos locales de dengue, se han vuelto más eficientes en la implementación de su plan de respuesta, dijo Farned, gerente del distrito. Se ha capacitado a todo el personal a tiempo completo y temporal —unas 40 personas— en una variedad de tareas, como la educación puerta a puerta y responder llamadas fuera del horario laboral, explicó Farned.
Mientras los equipos de control de vectores responden a los casos, otros equipos del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles van de puerta en puerta en el vecindario afectado cuando determinan que un caso de dengue fue adquirido localmente, encuestando a los residentes y ofreciendo pruebas gratuitas de dengue para tratar de identificar a otras personas que puedan estar infectados.
Además, el departamento ha estado enviando alertas a los proveedores de salud locales, aconsejándoles que estén atentos a posibles casos de dengue y lo examinen cuando se sospeche, incluso entre pacientes que no hayan viajado a un lugar donde el dengue es endémico.
Este consejo sigue una alerta nacional emitida por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en junio. Las autoridades sanitarias también están enfatizando que las personas que viajan a lugares con dengue deben continuar usando repelente de mosquitos cuando regresen a casa, para reducir el riesgo de propagar la enfermedad a los mosquitos locales.
Como sucedió durante la pandemia de covid-19, la desconfianza hacia las autoridades de salud pública puede dificultar el alcance comunitario para los equipos de salud y control de plagas en algunos vecindarios, dijeron las autoridades.
Los oficiales de control de plagas pueden solicitar una orden para entrar y tratar una propiedad en busca de mosquitos si un propietario se niega a dar acceso, dijo Jeremy Wittie, ex presidente y líder del comité legislativo de la Asociación de Control de Mosquitos y Vectores de California, que representa a las más de 70 agencias especializadas en el estado.
Esto es más fácil en distritos como el suyo, el Distrito de Control de Mosquitos y Vectores del Valle de Coachella, que tienen órdenes que otorgan permiso permanente para entrar en una propiedad después de 24 horas sin necesidad de pedirlo a un juez.
En condados como Santa Clara, donde los mosquitos Aedes aparecieron por primera vez en 2022 pero aún no se han establecido, las autoridades esperan reprimir la amenaza con una mayor vigilancia, esfuerzos de erradicación rápidos y más divulgación pública.
El gerente del Distrito de Control de Vectores del Condado de Santa Clara, Nayer Zahiri, dijo que el objetivo era eliminar los Aedes, pero reconoció que las condiciones climáticas que favorecen la propagación de los mosquitos están “totalmente fuera de nuestro control”.
En algunos condados con problemas generalizados de mosquitos, incluidos San Diego, San Joaquín y Stanislaus, las autoridades han rociado pesticidas desde aviones o helicópteros para atacar picos en las poblaciones locales de mosquitos, dijo Wittie. Tradicionalmente, estas fumigaciones buscan controlar las larvas de otro tipo de mosquito, Culex, que puede transmitir el Virus del Nilo Occidental y que, a diferencia de las especies de Aedes, que prosperan en hábitats urbanos, se encuentran en ambientes rurales de difícil acceso, dijo Wittie.
La fumigación aérea no se ha implementado para abordar los recientes brotes de dengue, que se encuentran en entornos más urbanos donde el rociado desde camiones es una mejor opción, explicó Wittie. Los drones son otra alternativa que algunas autoridades de control de vectores están explorando.
Algunos distritos están experimentando con la técnica de insectos estériles, una estrategia utilizada por décadas para otras plagas como las moscas de la fruta y los gusanos barrenadores, en la que los machos son esterilizados con radiación y luego liberados para aparearse, lo que resulta en huevos que no abren. (Las moscas hembras se separan de los machos antes de la esterilización y no se liberan. Solo las hembras pican).
En última instancia, el público tendrá que tomar la amenaza de los mosquitos más en serio y contribuir a los esfuerzos de prevención, dijo Wittie. “Desafortunadamente, este mosquito va a quedarse aquí. Espero que esto ponga en alerta a las personas y las impulse a ser parte de la solución”.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, que publica California Healthline, un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation.
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